El Puente de las Cadenas (Széchenyi Lánchíd) es uno de los monumentos más emblemáticos de Budapest. Construido entre 1840 y 1849, fue el primer puente permanente que unió Buda y Pest a través del Danubio. Diseñado por el ingeniero británico William Tierney Clark y supervisado por el ingeniero escocés Adam Clark, su construcción fue promovida por el conde István Széchenyi.
Con un diseño colgante y torres neoclásicas de piedra que sostienen cadenas de hierro, el puente mide 375 metros de largo, con un vano principal de 202 metros. Decorado con estatuas de leones esculpidas por János Marschalkó, el puente es una maravilla de la ingeniería moderna. Aunque fue destruido en 1945 durante la Segunda Guerra Mundial, fue reconstruido y reabierto en 1949, exactamente 100 años después de su inauguración original.
Este puente no solo simboliza la conexión entre Oriente y Occidente, sino que también facilitó el comercio y la unificación de Buda y Pest en 1873. Pasear por el puente ofrece vistas impresionantes del Castillo de Buda, el Parlamento Húngaro y el Danubio, y es especialmente hermoso por la noche cuando está iluminado. En el lado de Buda, la plaza Clark Ádám conecta con el funicular al Castillo de Buda. Recientemente, el puente ha sido renovado para preservar su estructura, manteniéndose como un símbolo del progreso y la unidad de Budapest, y una visita imprescindible para cualquier viajero.
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